Eje Cafetero PLENO: Café, Comunidad y Slow Travel

Empieza en Salento, donde los balcones coloridos y las sonrisas de los locales en la plaza te dan la bienvenida. Ahí puedes caminar hasta el mirador, tomarte un tinto con los locales y respirar profundo antes de subir al Valle del Cocora. Te recomiendo empezar el día a las 7:30 con café de la región. Los jeeps salen con bastante frecuencia desde la plaza central de Salento hacia el Valle, ¡reserva tu billete de ida y de vuelta! Sigue en Filandia, que para muchos es “el nuevo Salento”, pero con su propia personalidad. Aquí puedes parar en su mercado central, probar el mejor arequipe de tu vida y ver el atardecer desde el mirador del Quindío mientras anotas ideas en tu libreta. En el camino, haz una pausa larga en una finca cafetera. Yo elegí una en la zona de Circasia donde el productor te enseña, te habla como si fueras parte de su familia y terminas moliendo café tú mismo. Esa noche dormí mejor que nunca. Si necesitas trabajar, Armenia tiene espacios tranquilos donde puedes conectarte por unas horas, y luego perderte entre árboles en el Jardín Botánico. Si prefieres algo más urbano con buena energía local, Pereira te va a sorprender. Este itinerario no está pensado para correr. Está pensado para quedarte un día más si te gusta el lugar, para hablar con la persona que vende café frente a la iglesia, para trabajar desde un hostal con terraza o desde tu habitación mientras afuera cantan los pájaros. Viajar PLENO es eso: mezclar intención con libertad. No hacer “todo”, sino lo que te haga sentir parte.